- Año: 2013
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Fotografías:Adrien Williams
Descripción enviada por el equipo del proyecto. El proyecto consiste en el diseño de un "co-dominio" de 1,280 pies cuadrados, ubicado en la planta baja de un triplex en Montreal. El mandato consistía en dividir cada salón para maximizar el espacio, mientras se mantiene la integridad arquitectónica existente, y cada habitación con luz natural. La idea era poner de relieve los materiales en bruto, descubiertos durante la demolición (pared de ladrillo, pared de hemlock y estructura de acero), con el fin de comunicar su material , su origen y el tono del ambiente.
Al entrar, hay un hall semi-cerrado, de modo de tener una visión general del lugar. La cocina es el punto central del espacio; esta se despliega en el comedor y living, donde se ubica el dormitorio principal. Está delimitada por una pared de vidrio que preserva la vista del ladrillo expuesto; un recordatorio arqueológico que quiere destacar las materias primas existentes como en una vitrina. Un sofá de terciopelo verde, dos sillas antiguas y una estantería que se apoya en la pared del dormitorio componen el living.
En el piso se instaló un sistema de calefacción de losa radiante, bajo una losa de hormigón que se cubre de epoxi de poliuretano gris claro y acabado mate, para reproducir el color natural del concreto. Los dormitorios principal y secundarios, así como el baño, son con epoxi blanco brillante para distinguir la zona privada del espacio común. La viga de acero, a prueba de fuego, delimita la zona de circulación. En el pasillo que conduce al baño, se instala un diodo emisor de luz empotrado para generar un ambiente más íntimo.
Tono sobre tono, los muebles negro brillante de la cocina se mezclan con los aparatos eléctricos. La cubierta de la cocina permite la máxima exposición de la pared de ladrillo, iluminada por un diodo emisor de luz empotrada en el mueble. La mesa del comedor se convierte en la continuidad visual de la isla de la cocina. En el baño, la cubierta de acero inoxidable y las formas rectilíneas se apilan unas sobre otras, formando una composición escultórica. En el suelo, el epoxi blanco y en la ducha un epoxi gris oscuro. El contraste entre estos dos colores forman una frontera psicológica de dos áreas: una es clara y brillante, la otra más oscura, creando un área privada para la ducha y el inodoro. La ventana permite que la luz natural entre en la habitación, preservando la intimidad del espacio con una película mate .
